Coco Chanel

LA LIBERTARIA

Gabrielle Chanel no nació en el mundo de la elegancia del que fue un ícono (1883-1971). A los 16 años se escapó del orfanato con un conocido apostador y en el hipódromo de Deauville la comenzaron a llamar la muchacha de los vestidos elegantes y asombrosos sombreros. Más tarde ella afirmó: "la moda ha de dejar de ser travestismo de salón y bajar a la calle".

Famosos fueron sus amores furtivos con hombres acomodados. Pero el romance que la marcó fue el que sostuvo con el empresario inglés Arthur capel, quien financió la tienda de sombreros con la que Coco se inició en la moda. "Para lograr ser irremplazable, uno siempre debe ser diferente", afirmaba. Quizá por eso quiso aliviar a las mujeres de la rigidez de la belle époque. Elegancia era sinónimo de libertad, y ante una sociedad escandalizada eliminó el corset y se cortó el pelo a lo gacon. El conocido little black dress (pequeño vestido negro), se le ocurrió gracias al modelo de uniforme del internado en el que creció. Nunca salía sin su sombrero cloche y enfundada en perlas y cadenas doradas. Fue la primera costurera que hizo un perfume: Chanel N° 5, hasta hoy uno de los más vendidos. Impuso el cardigan, el pantalón y el traje de tweed, acortó polleras, sacó plumas. Declaraba sus convicciones a los cuatro vientos: "Más importante que la belleza es el carisma, pues éste no se acaba nunca".